miércoles, 30 de marzo de 2011

Ceguera.

De camino, me crucé con una pareja que rebuscaba en la basura, mi alma es incapaz de no encogerse al verlo, una mujer que vendía lotería como cada día en su lugar, su esquina privilegiada frente al 'Mercado de la Rivera'. Me crucé con gente que corría para no llegar tarde al trabajo, personas con sueño y me roce, seguro, con algún que otro soñador.

Pero también me tope con él. Con el que en alguna que otra ocasión había tenido el placer de cruzarme. Le acompañaba, como en las demás veces, su perro grande y negro y sus ganas de vivir. El no pudo verme, su ceguera se lo impide, pero yo pude deleitarme de su fuerza y entrega por el día a día. Camina y al tiempo canta, canta y al tiempo sonríe.


Es un regalo de la vida y sus pequeñas cosas.
Es una demostración de que pese a todas las trabas se puede ser feliz.

El problema está en los que optan por una ceguera voluntaria y se niegan a verlo.

1 comentario:

  1. IMPRESIONANTE,LOS PELOS DE PUNTA!!!!!!
    NO DEJES DE ESCRIBIR!!!!


    (¯`·.(¯`· jEnI ·´¯).·´¯)

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