De camino, me crucé con una pareja que rebuscaba en la basura, mi alma es incapaz de no encogerse al verlo, una mujer que vendía lotería como cada día en su lugar, su esquina privilegiada frente al 'Mercado de la Rivera'. Me crucé con gente que corría para no llegar tarde al trabajo, personas con sueño y me roce, seguro, con algún que otro soñador.

Es un regalo de la vida y sus pequeñas cosas.
Es una demostración de que pese a todas las trabas se puede ser feliz.
El problema está en los que optan por una ceguera voluntaria y se niegan a verlo.
IMPRESIONANTE,LOS PELOS DE PUNTA!!!!!!
ResponderEliminarNO DEJES DE ESCRIBIR!!!!
(¯`·.(¯`· jEnI ·´¯).·´¯)